Las mujeres sabrán perfectamente que uno de los principales inconvenientes que tienen los pintalabios, maravillosos para resaltar esta parte de nuestro rostro, es que si los usamos apuradas podemos llegar a provocar verdaderos desastres. En este mismo sentido queremos decir, entonces, que aunque no lo creas existen algunos interesantes trucos con los que lograrás evitar las clásicas manchas que se producen en nuestros dientes.
El primero consejo que podemos darte entonces al respecto para evitar que se te manchen los dientes con pintalabios, es que siempre comiences a pintarlos pero sin presionar demasiado el labial sobre ellos. En este sentido, debes priorizar siempre el hecho de que la idea es que en el momento de terminar el trabajo se vea apenas una línea por encima de todo el trabajo que hemos realizado. De esa forma hay menos chances de que nos manchemos.
Otra recomendación que podemos hacerte, aunque ya de forma complementaria a la primera, tiene que ver con que, una vez que hayas terminado de utilizar el pintalabios, tomes tu dedo índice, y a partir de ese momento comiences a introducirlo de forma lenta pero segura dentro de la boca, cerrándola de forma circular.
Posteriormente, comienzas a quitar el dedo sin abrir la boca, y verás que cuando éste esté fuera, saldrá con algunos residuos propios del pintalabios, lo que significa la gran mayoría de las veces que nos hemos excedido con el uso del producto. Si quieres que tus dientes estén realmente limpios, debes aprender a utilizar el pintalabios de forma que cuando el dedo salga, lo haga sin ningún residuo en él.
Finalmente, y en cualquiera de los casos, te recomendamos que por muy segura de que estés siempre salgas de casa luego de mirarte sonreír un par de veces frente al espejo. La clave es que este reflejo no miente, pero es muy difícil que algún compañero en la oficina vaya a decirte que te laves los dientes porque están manchados.