Un problema muy común en los pies de muchas personas, son las antiestéticas grietas y la excesiva resequedad en sus talones. La causa más común por la que tienen este problema es el usar un calzado abierto o caminar con los pies descalzos.
Si sufres este problema y tienes tus talones agrietados y resecos, toma nota de los siguientes remedios caseros que te ayudarán a tener unos pies en perfecto estado.
Piedra pómez
Antes de irte a dormir pon tus pies en agua caliente durante unos 20 minutos. Acto seguido frota tus talones con una piedra pómez. Aclara con un poco de agua y sécate bien los pies. Aplica un poco de crema hidratante y ponte unos calcetines. Repite esto durante todas las noches, hasta que veas mejoría en tus talones.
Exfoliante de limón
Usa este exfoliante únicamente si no tienes la zona demasiado agrietada. Coge un bol y añade tres cucharadas de azúcar junto con le zumo de medio limón. Remueve bien. Aplica un poco del exfoliante en la zona a tratar y acto seguido aclara con agua. Repite el proceso todos los días hasta que las grietas desaparezcan.
Aceite de coco
Este tipo de aceite es perfecto para eliminar todas las células muertas de la piel, regenerándola de nuevo. Masajea todas las noches tus talones con un poco de aceite de coco y acto seguido cubre los pies con unos calcetines para que el aceite actúe perfectamente.
Miel de abeja
Echa unas cucharadas de miel de abeja en un cuenco grande lleno de agua tibia. Remueve bien y mete tus pies unos 30 minutos. Pasado el tiempo frota tus talones con una piedra pómez para quitar las durezas. Enjuaga un poco y seca bien.
Si sigues algunos de estos remedios caseros te olvidarás para siempre de los talones agrietados y resecos.