Una de las consecuencias de pelar y cortar una cebolla es que, cuando lo haces, te suelen oler las manos y ese olor no se va fácilmente.
Para conseguirlo puedes probar a esparcir un poco de bicarbonato, frotártelas con sal común o lavarlas con vinagre y agua durante unos minutos.
Usando uno de estos remedios podrás quitarte el olor y después no tienes más que lavártelas con jabón perfumado y habrás eliminado por completo el olor que tuvieras de la cebolla.