Seguro que cuando haces una tortilla francesa te gustaría que saliera más esponjosa o, al menos, más sabrosa. Pues bien, aquí tienes un pequeño truco.
Divide la yema y la clara. La yema la bates con una pizca de colorante de paellas mientras que las claras has de removerlas con varilla hasta que se monten a punto de nieve. Cuando ambos estén mézclalos y ya puedes hacer la tortilla. Ya nos dirás el sabor que adquieren.