Si tienes niños en casa quizás conozcas los polvos de talco porque es algo que se les echa a los bebés de pequeños en el culete, así como en el cuerpo de vez en cuando, para que el pañal no le haga escozor en su piel y para mantenerlo hidratado (algo así como las cremas hidratantes pero en seco).
Pero, ¿sabías que el polvo de talco también lo puedes hacer tú misma en casa? Así es. Si no te fías de los polvos de talco, o te das cuenta que a tu hijo o hija no le van bien, podrías probar a preparar unos caseros para ver si eso le ayuda un poco.
Para ello necesitarás lo siguiente:
Maicena (es el mejor producto que puedes usar).
Bicarbonato de sodio.
Ahora preguntarás qué haces. Pues nada más fácil como es mezclar ambos ingredientes. Has de echar una taza de maicena y una taza de bicarbonato y mezclar bien con una paleta de madera. Y ya tendrás tu polvo de talco casero aunque eso sí, no desprenderá más olor que el de la propia maicena o el bicarbonato (lo que es bueno porque así sabes que es neutro y más saludable para la piel (a veces es lo que se le echa después lo que hacer reaccionar nuestro piel y que no podamos usar esos talcos).
Te recomiendo que no hagas muchos y lo guardes en algún tarro con agujeros para no estar abriendo y cerrando. El motivo es para mantener al máximo las propiedades que tengan los ingredientes de tal forma que si haces poca cantidad y la gastas en uno o dos días saber que siempre conservará las mejores propiedades.