Siempre nos pasa lo mismo, tenemos una cita y, en lugar de depilarnos un día antes para poder estar con la piel menos sensible acabamos depilándonos el mismo día con lo que la piel, después de habernos depilado, está muy sensible y echarnos el desodorante es algo impensable por el dolor que vamos a tener.
Pero aquí viene un remedio que podemos tener en cuenta. Nada más depilarte échate crema hidratante. Deja que la piel la chupe sin que hagas nada más por ella y, cuando sea la hora de echarte el desodorante (que puedes dejarlo para el final) no lo eches directamente en la piel sino en un paño y, después, te das con él en las axilas. De este modo la crema actúa como protector de la piel y al darte con un paño no sufrirá tanto.