Una de las comodidades de tener flores secas en casa es que tienes que olvidarte de regar, de transplantar y demás cuidados que requiere una planta pero, a su vez, te puedes encontrar con un problema mayor porque puede ser que, con el paso del tiempo, las plantas vayan cogiendo polvo y sean difíciles de limpiar.
Sin embargo, una forma rápida y fácil de limpiarlas que las dejará como nuevas es la siguiente: Tienes que hervir agua con bicarbonato y dejarla enfriar. Cuando esté fría, mete las flores seas dentro del cazo con esa mezcla y déjalas ahí unos 10 minutos.
Después sólo tendrás que esperar a que se sequen al aire libre y contarás con unas flores como si las hubieras comprado nuevas.